jueves, 31 de octubre de 2019

PIQUILLIN

PIQUILLÍN

Son ocho las especies de
Condalia en C. y S. América, con frutos comestibles.
CONDALIA BUXIFOLIA REISSEK (fruto morado oscuro),de porte
más grande.
CONDALIA MONTANA (arbusto, de hojas más pequeñas, fruto
amarillo anaranjado)
CONDALIA MICROPHYLLA
Otros nombres populares: Pimpillín, Yuá paraguay.
FAMILIA: RAMNÁCEAS.

ARBUSTO ESPINOSO PROPIO DE ARGENTINA.

DE FRUTOS COMESTIBLES,
SE USA PARA PREPARAR ARROPE Y LICORES.
SU MADERA SIRVE PARA CERCOS, LEÑA,
CABOS DE HERRAMIENTAS, MUEBLES, VARILLAS, RUEDAS.
ES TINTÓREA, LOS FRUTOS Y CORTEZA TIÑEN DE COLOR
PUNZÓ.
LA RAÍZ DE COLOR ROSADO.

RESISTE VIENTOS Y SEQUÍAS.

SE PUEDE REPRODUCIR A TRAVÉS
DE SEMILLAS O ESQUEJES.

RAMAS EN ZIGZAC, QUE TERMINAN EN ESPINAS AGUDAS

Y FUERTES.
HOJA:
SIMPLE, LUSTROSA; CON UNA PEQUEÑA ESPINA.

FLOR:
PEQUEÑA VERDE -AMARILLENTA.
FLORECE: EN PRIMAVERA.

FRUTO:

PEQUEÑO, MUY DULCE, DE COLOR AMARILLO, NARANJA,
ROJO HASTA MORADO.
MADURA EN DICIEMBRE.

LEYENDA.

YUPANQUÍ CUENTA: "...A LA HORA DE LA TARDE , OBSERVA CON GRAN SUSTO LA TAREA DE LA IGUANA EN EL PIQUILLÍN PLENO DE SABROSÍSIMAS PERLAS PEQUEÑAS, ROJAS Y NEGRAS. ELIGE EL ARBUSTO, SE ACERCA AL DÉBIL TRONCO Y DA EN EL UN VIOLENTO COLETAZO. LA FRUTA CAE DESPARRAMÁNDOSE EN LA TIERRA, Y EL ANIMAL  DEVORA GRANO A GRANO, GOLOSO, EL DULCE PIQUILLÍN.PERO. SUCEDE   ENTONCES, ALGO SORPRENDENTE: LA IGUANA HA SIDO ESPIADA  Y SEGUIDA POR UNA PEQUEÑA BANDA DE ZORZALES, GUSTADORES DEL PIQUILLÍN, PERO CUYO FRUTO NO PUEDEN COMER SOBRE EL ARBUSTO A CAUSA DE LAS ESPINAS, Y DEBEN APROVECHAR LAS PERLITAS CAÍDAS. Y PARA ESTO, ESTÁN DOTADAS DE  UNA ESPECIAL PICARDÍA. UN ZORZAL VUELA Y SE PONE A COMER A POCOS METROS DE LA IGUANA, COMO ELIGUIENDO LOS FRUTOS MÁS LIMPIOS. ÉSTA LA DESCUBRE Y SE LANZA CORRETEANDO A LA CAZA DEL AVE, QUE FINGIÉNDOSE SORPRENDIDA, VUELA AL RAS DEL SUELO  LA DISTANCIA PRECISA PARA ALEJAR DEL BANQUETE A LA IGUANA. Y ES ENTONCES CUANDO LOS OTROS ZORZALES APROVECHAN Y COMEN A GUSTO, HASTA QUE LA IGUANA RETORNA Y CORRE A TODOS LOS PIQUILLINEJOS". 

CHAÑAR
FAMILIA: FABÁCEAS
CHAÑAR VENDRÌA DE LA RAIZ MAPUCHE "CHAÑA", QUE SIGNIFICA DESNUDARSE. "EL QUE SE DESNUDA", EN ALUSIÓN A LA FORMA DE DEPENDERSE DE SU CORTEZA.
NOMBRE COMÚN: CHAÑAR, CHAÑAL, CUMBARÀ, KIMORI (BOLIVIA)
NOMBRE BOTÁNICO: GEOFFREA DECORTICANS



ÁRBOL SAGRADO 
DE LOS COMECHINGONES,
PROPIO DE ARGENTINA Y CHILE.


SIRVE COMO ADORNO, PARA TEÑIR,
COMESTIBLE PARA PERSONAS Y ANIMALES,
MUY MEDICINAL, 
PARA CARPINTERÍA, COMO CARBÓN.


NECESITA POCA AGUA.
TOLERA EL FRÍO.
MUY RESISTE A LOS VIENTOS.

CORTEZA:
VERDE BRILLOSA, CON CÁSCARAS MARRONES QUE SE DESPRENDEN.


FLOR:
VISTOSA, PERFUMADA. COMO MARIPOSA AMARILLO NARANJA, EN RACIMOS.
FLORECE ENTRE SEPTIEMBRE Y NOVIEMBRE
MUY MELÍFERA!! 
DE LAS PRIMERAS EN FLORECER 
Y ATRAER A LAS ABEJAS.


FRUTO:
CARNOSO, DULCE, PASTOSO, ANARANJADO- ROJIZO.
MADURA EN ENERO Y FEBRERO.


HOJA:

COMPUESTA.





MORADILLO


MORADILLO




NOMBRE BOTÁNICO: SCHINUS FASCICULATUS
FAMILIA: ANACARDIÁCEAS
OTROS NOMBRES: MOLLE DE CURTIR, AGUARÁ- YVÁ.

SIRVE COMO ADORNO, PARA CERCO,
CONSTRUCCIONES RÚSTICAS, ARTESANÍAS, HERRAMIENTAS, PARA LEÑA, CARBÓN,
PARA CURTIR, PARA TEÑIR.
CON SUS FRUTOS
SE PREPARAN BEBIDAS.
ES MEDICINAL.
MUY BUSCADO POR LAS ABEJAS. 

RESISTENTE AL FRÍO.
GERMINA FÁCILMENTE.

HOJA:
SIMPLE, CON FORMAS DIFERENTES, SUAVEMENTE
AROMÁTICAS.
SE USAN PARA LAVAR HERIDAS Y ÚLCERAS 

FRUTO:
REDONDO, PEQUEÑO, MORADO, DULCE Y PICANTE,
MADURA EN NOVIEMBRE Y ENERO.

FLOR:
PEQUEÑA, BLANQUECINA.
FLORECE ENTRE SEPTIEMBRE Y OCTUBRE.

CORTEZA:
CASTAÑO VERDOSA, CON RESINA TRASLÚCIDA DE AROMA AGRADABLE.

USOS:

LA DECOCCIÓN DE SUS HOJAS APLICADA EN FORMA DE BUCHES ES APRECIADA POR SUS EFECTOS ANTIODONTÀLGICOS. PARA ELLO SE HIERVE UN PUÑADO DE HOJAS EN AGUA CON SAL O EN VINO BLANCO SE MEZCLA CON BARBA DE PIEDRA. EL MASCADO DE SUS HOJAS TAMBIÉN ALIVIA EL DOLOR DE MUELAS. EL DECOCTADO DE SUS HOJAS CON LAS DEL ORÉGANO EN FORMA DE GARGARISMOS ALIVIA EL DOLOR DE GARGANTA. PARA EL TRATAMIENTO DE DOLORES MUSCULARES SE EMPLEA UNA DECOCCIÓN EN FORMA DE LAVAJES, LA QUE SE PREPARA COMBINANDO SUS TALLOS Y HOJAS CON LOS DEL POLEO; AL HERVIR SE HACEN BAÑOS DE VAPOR Y POSTERIORMENTE SE APLICAN FRICCIONES CON ALCOHOL ALCANFORADO. PARA ALIVIAR ESGUINCES Y TORCEDURAS, PARA LO CUAL SE APLICAN COMPRESAS CON UNA DECOCCIÓN DE LA PARTE AÈREA DEL MORADILLO EN AGUA CALIENTE Y SAL, ENVOLVIENDO EL ÀREA AFECTADA EN UN TRAPO, EVITANDO LA PERDIDA DE CALOR.







jueves, 24 de octubre de 2019

Piquillin- Condalia microphylla

     Es un árbol típico de las Sierras de Córdoba. Existen dos variedades: la grande y la chica. La variedad grande, llamada Condalia buxifolia, es frecuentemente confundida con su pariente cercano, Condalia microphylla, Piquillín Chico por su nombre vulgar. Para diferenciar ambas especies se debe mirar el tamaño de la hoja. En el Piquillín Chico la hoja es diminuta, en tanto que en el Grande alcanza hasta 15 mm. de longitud. Por lo demás, en ambas especies la hoja brota como ramillete, y cada ramita termina con una espina por punta.
      

Parece que fuera a reventar este fruto de Piquillín, de henchido y maduro.Son las cinco de la tarde, en una hermosa tarde de Enero, y este Piquillín reboza de frutos ya maduros.

Ingeniosamente, cuando el fruto está inmaduro y, por lo tanto, la semilla no está en condiciones de germinar, el Piquillín lo pinta de color verde, para que, confundido con el follaje, los pájaros no lo noten. Luego, cuando el fruto madura y ya la semilla que aloja está lista para germinar y engendrar otro árbol, entonces lo pinta de un rojo intenso, vibrante y gritón, que anuncia a viva vo
Aquí alternan frutos maduros y frutos inmaduros de Piquillín. 

Los maduros, vienen en colores rojo y negro. La variedad es clave para satisfacer todos los gustos.


Usos

La madera del Piquillín se emplea para construir ruedas, varillas y cabos de herramientas, y como leña.
De la raíz se obtiene un látex que tiñe de morado.
Su fruta es comestible y perseguida por pájaros, insectos y otras especies. Las drupas comestibles de color rojo,constituyen una fuente de alimento importante para variadas especies.
Se elabora arrope y también dulces y licores.
Uso medicinal: De acción levemente laxante por lo que sus frutos podrían considerarse, reguladores naturales del tránsito intestinal.
Receta de arrope:
Ingredientes
• 4 kg e frutos de piquillín
• 1 kg de azúcar
• 14 a 16 litros de agua, que se usarán en diferentes momentos de la
preparación
Preparación
Seleccionar frutos sanos y limpios. Colocar la fruta en una olla y
cubrirla con cantidad necesaria de agua.
Hervir la fruta hasta que esté bien blanda, casi desarmándose.
Retirar la olla del fuego para que se enfríe y agregar una buena
cantidad de agua.
Revolver hasta que se enfríe totalmente.
Otra alternativa es colar la fruta y moler bien en un mortero.
Luego mezclarla con el agua que había quedado.
De esta manera los azúcares de los frutos se disuelven en el agua y
quedan en ella.
Colar la fruta. En la olla queda agua espesa color caramelo (como una
borra).
Colarla dos o tres veces con un lienzo o servilleta de algodón para
eliminar bien esa borra y que quede el agua dulce sin sólidos.
Llevar a fuego lento, agregar un poco más de agua y el azúcar.
Hervir a fuego bajo y revolver periódicamente.
En su fase final, el arrope toma un color marrón oscuro.
Estará listo cuando alcance una consistencia espesa similar a la miel.
Envasar y tapar herméticamente. Se puede consumir inmediatamente.

Quebracho blanco

El Príncipe de los Montes

Imponente, majestuoso, altivo, este soberbio árbol descuella, erguido su recto fuste y alto follaje, por entre la maraña achaparrada del monte bravo y espinoso. A lo lejos, se lo ve campear, cual largas columnas, bien por encima del arbustal rastrero, que a sus pies se hacina en un amasijo impenetrable y confuso.
De su porte elegante, esbelto, prolijo, recibe no sé qué aire señoril de noble hidalguía y adusto linaje, siendo el árbol más alto del monte todo, y aun el más bello. En esto se parece al Horco Quebracho, con quien comparte muchas similitudes, como el fuste recto y alzado del tronco, el ramaje alto y pobre, la corteza hendida y rugosa, y la dureza de la madera, de donde recibe su nombre, que viene de una palabra compuesta, que en nuestro castellano moderno se diría Quiebra Hacha, y en el antiguo, Quebra Hacho, ya que antiguamente hacha se decía hacho. Tal es la dureza de su madera, que parte las hachas. Y es esta misma calidad de su madera la causa principal de que hoy, como tantos otros árboles de Córdoba, esté gravemente amenazado. Se lo tala sin piedad para producir carbón, destinado a satisfacer la gula del rito argentino del asado dominical. Qué pena que un árbol así tenga que caer, para alimentar una costumbre tan destructiva. Sé que es más ignorancia que malicia, porque nadie sabe, cuando compra el carbón, que para producirlo un árbol como el magnífico Quebracho Blanco tuvo que morder el piso, y exhalar su último aliento, levantando una nube de polvo. Y aun hay otra amenaza, de no menor daño, y es la reciente moda de construir cabañas con troncos de Quebracho Blanco, muy populares hoy entre los turistas. Siempre que veo una, ¡ay!, se me encoge el corazón. Y pienso entre mí, con honda amargura, cuánta ignorancia, cuánto desdén injusto hacia mis amados Quebrachos. Pienso en cuánto nos falta como sociedad. ¡Qué desperdicio vano! ¡Qué punible vanidad! A mí tales cabañas me parecen como la fosa común de un horrendo genocidio, sólo que, en vez de cuerpos, troncos hay apilados unos sobre otros.
Sin embargo, hay en medio de la ciudad de Córdoba una isla en el tiempo, una isla en medio de un mar de cemento, en donde milagrosamente, pese a la tala, los incendios, el voraz avance inmobiliario, aún se conservan ejemplares centenarios. En la Reserva Natural Parque San Martín aún se puede encontrar algunos, dispersos, coronando solitarios las cimas de las barrancas por entre las que, antiguamente, pasaba el río Suquía. Es un espectáculo digno de ver...
Si bien su semilla germina con facilidad, su crecimiento es extraordinariamente lento. Esta lentitud de crecimiento, sumada al valor comercial de su madera para producir carbón y vigas, hace que el Quebracho Blanco se encuentre en cierto peligro de desaparecer de nuestra provincia. Con una industria como la del carbón y la leña, que se caracteriza por su completa informalidad y por no encontrarse regulada en lo absoluto, y con la ignorancia y el desinterés colectivos de los consumidores sobre la procedencia del carbón y los daños en que se debe incurrir para producirlo, y con el avance fulminante de la soja, el futuro del Quebracho Blanco no se presenta nada promisorio.
Cuando el último monte sea arrasado, cuando el último ejemplar caiga, derribando consigo en el suelo cien, doscientos, trescientos años de tiempo mecidos en sus ramas y hojas, entonces nos preguntaremos, ya tarde: ¿un asado vale tanto daño? 

El Tronco

El tronco del Quebracho Blanco ofrece un fuste recto, erguido, limpio y prolijo, que ramifica desde arriba, de modo que en los ejemplares añosos, aun con la mano extendida, cuesta llegar a las primeras ramas. La corteza está profundamente hendida y es gruesa, áspera y rugosa, de color gris oscuro en los ejemplares viejos, en tanto que en los jóvenes es más lisa, suave, de color gris claro y se presenta cubierta de líquenes.

El Follaje

Es persistente, colgante, delgado y laxo, pendiendo las ramas menores hacia abajo, en una desmayada languidez. Recuerdo que en mi último viaje a San Juan, atravesando los llanos de la Rioja, veía sucederse unos tras otros vastos quebrachales, que con sus ramas caídas semejaban, a la distancia, largas cabelleras de cabellos mojados. El follaje es poco denso, pobre más bien, y debido a su rigidez, se menea poco con el viento, todo lo contrario de un Molle, cuyo follaje baila con el viento ondeando como olas en el agua.

La Hoja


Las hojas del Quebracho Blanco son simples, elipticolanceoladas, brevemente pecioladas, coriáceas y terminadas con una espina por punta, de tres a cinco cm. de largo por medio a uno y medio de ancho y color verde oscuro en ambas caras. El espesor de las hojas es bastante grueso, y si se las pliega, se quiebran en vez de doblarse. Están como bañadas por un esmalte lustroso, que es una estrategia del árbol para evaporar menos agua y así conservarla para tiempos de sequía y escasez. Las hojas constituyen una excelente defensa contra agresiones, ya que debido a su dureza, rigidez y aguda espina, lastiman mucho la carne, y no perdonan ofensa alguna. Otra particularidad es que nacen en verticilos alternos de tres a cuatro piezas, de manera que por su disposición y forma helicoidal, no parecen sino una pequeña hélice.

La Flor

Las flores, pequeñas, blanco amarillentas y hermafroditas, se agrupan en fragantes cimas axilares. Aún no he tenido el goce de olerlas, pero las imagino bien fragantes y delicadas. Yo creía que no tenían perfume hasta que Gabriel Bernardello, director del Museo Botánico de la Universidad Nacional de Córdoba, tuvo la gentileza de sacarme de mi engaño y me dijo que las polinizan mariposas nocturnas, por lo que es de noche cuando despiden su aroma para atraerlas.

El Fruto

Los frutos del Quebracho Blanco, que penden en grupos de 3 o 4, son cápsulas alargadas y comprimidas, de cinco a siete cm. de longitud por tres a cuatro cm. de anchura, color verde claro cuando inmaduras y amarillento cuando maduras, las cuales contienen gran cantidad de semillas aladas. Cuando está maduro, el fruto se abre de par en par por el medio, y las semillas se desprenden y son dispersadas por el viento. Las semillas poseen un gran poder germinativo, pero no tienen capacidad de dormir y esperar por largo tiempo y despertar cuando las condiciones son propicias. Otros árboles, como el Sombra de Toro, escogieron otra estrategia completamente diferente para esparcir su especie: en lugar de fiarse de una semilla que germina con facilidad pero que no entra en latencia, quiso tener una semilla que germina con extrema dificultad, pero que resiste largo tiempo dormida, esperando que lleguen las mejores condiciones.

Usos

Muchos son los usos y aplicaciones del Quebracho Blanco, causa misma de su tala indiscriminada. La madera, de calidad suprema, se emplea para fabricar postes, varillas, ruedas, durmientes, vigas. También, como dijimos arriba, se lo utiliza para carbón y leña, que produce de calidad extrema. El cocimiento de la corteza es usado por los naturales chaqueños desde los tiempos de las misiones jesuíticas para combatir las fiebres palúdicas. De hecho, de la corteza se han aislado un par de alcaloides, la aspidospermina y la quebrachina, que poseen las virtudes estimulantes de la quina y las propiedades antitérmicas de la quinina. De aquí que lo llamen la Quina de los pobres. Además de los mencionados, se han obtenido numerosos alcaloides de esta especie. Además de la corteza se usan también raíces y partes aéreas del árbol y tienen varias funciones: antioxidante, antiasmático, antitusígeno, antifebril, etc.




Chañar






Chañar

De todos los árboles nativos  es  el más detestado y combatido con rencoroso fervor. Por ignorancia, y por malicia también. En defensa de este pobrecillo, digamos que es inocuo, y que daña mucho más un Eucaliptus, gigante que drena el agua insaciablemente.
Junto con el Espinillo, es ideal para repoblar monte quemado, porque tiene raíces gemíferas,  además de expandirse por semilla, como todos los otros árboles, también lo hace por las mismas raíces, por lo cual un ejemplar puede con el tiempo crear montes espesos, llamados chañarales, odiados por el hombre de campo.
Alcanza de 5 a 7 metros de altura, la copa es achaparrada, la ramazón abundante, espinosa y gruesa, y el follaje laxo y caduco.
Junto con el Espinillo, el Piquillín y la Jarilla, compone el "churqui", esto es, el monte criollo, chato y espinoso, que ha inspirado el nombre de este proyecto.

Tronco

Tronco de Chañar viejo. 
El tronco es inconfundible. Es su atributo único que permite distinguirlo de los demás árboles nativos. Debajo de la corteza exfoliada, raída en trozos, en los ejemplares jóvenes, el tronco es liso y verde claro intenso, en tanto que en los ejemplares viejos, también es verde, pero más oscuro y rugoso. De aquí recibe el chañar su nombre científico "Decorticans" puesto que la corteza se descorteza. El tronco alcanza a lo sumo medio metro de diámetro.
¡Da no sé qué recóndita tristeza ver, por entre su camisa ajada en jirones, su carne viva! Es como si dentro del árbol, subiendo por el tronco retorcido y sinuoso, se estrangulara, silencioso, un largo grito.

La Hoja


Hojas de Chañar. 
Las hojas son consideradas un magnífico emoliente y la infusión se usa contra el asma, y aun contra la tuberculosis. De un decímetro de longitud, son compuestas imparipinnadas con foliolos ya opuestos, ya alternos. Apenas peciolulados, los foliolulos tiene forma de elipse, son enteros, de 5 a 10 mm. de longitud y de color gris verdoso o azulado.





La Flor

El Chañar florece en primavera. Las flores son bellamente delicadas, amarillas y visten el follaje entero. Cuando uno se acerca al árbol, se escucha un ronco rumor de alas incesante: son los insectos que liban su jugo. Despiden un perfume dulce que embalsama el aire, y se disponen en racimos. Y como el Chañar, cuando florece, aún no ha brotado hojas, cobra un aspecto sublime, que compite a la par con la belleza de otros árboles en flor como el Espinillo.

El Fruto

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El fruto es una drupa, anaranjada, abundante en carne, que tiene la forma y el tamaño de una aceituna. Es comestible, dulce, de agradable sabor, y uno de los principales alimentos de los indios del Gran Chaco, así como pasto del ganado, el cual gana peso velozmente. También es alimento para las hormigas, que en poco tiempo devoran la carne hasta dejar la semilla limpia, y así me gusta recogerlas. Es de destacar que es raro que las Leguminosas tengan por fruto una drupa, siendo el Chañar quien rompe la regla.
Con el fruto del chañar se prepara una bebida fermentada, conocida como aloja de chañar, que es una suerte de aguardiente, a la cual se le reputan propiedades antiasmáticas. También se prepara el arrope de chañar, que es dulcísimo, espeso, negro, y bien sirve como reemplazo de las mermeladas. Es miel vegetal. Aún hoy, a la vera de las rutas, se pueden ver los puestos del criollo, en donde ofrecen, entre otros productos caseros, como queso de cabra, arrope de chañar.
La semilla es de las más grandes de los nativos de Córdoba, y de las más tardas en germinar. Para acelerar el proceso es necesario escarificarla, quiero decir limarla un poco con lija para debilitar el tegumento y hacerlo permeable al agua, la cual ingresa luego en el embrión y dispara el proceso germinativo. Puede conservar su poder germinativo durante muchos años, si se la almacena con las condiciones apropiadas de temperatura y humedad.

Usos

La madera es fuerte y apreciada. Se emplea para cabos de hachas, de martillos y demás herramientas. También se lo emplea para alambrados, cercos y yugos de bueyes. Los criollos hacían su rancho con los troncos de Chañar. Es un buen combustible. La corteza es empleada como remedio en los flujos de sangre.



Moradillo

MORADILLO

 También conocido como Molle Morado y como Molle de Curtir, pero más frecuente y afectuosamente como “Moradillo”, este noble arbustito es típico de las sierras de Córdoba, tanto, que comparte, junto con el Espinillo y el Piquillín, el honor de dibujar el paisaje serrano que tanto aman los turistas. Se emplea en construcciones rústicas, como corrales y cercos, y como combustible. Repito, también se usa la infusión de su follaje para curtir. Se dice que los vaqueanos de las sierras emplean el follaje mascado para calmar el dolor de muelas.



La Hoja

Las hojas del Moradillo son simples, alternas y brevemente pecioladas. Pueden brotar del tallo tanto solitarias como en ramillete. Por lo común, la hoja joven brota sola, y a poco brotan otras a su lado. Y aquí quiero dar a conocer lo que a mi entender es uno de los atributos que hacen que este arbustito sea único. Hablo de su hoja polimorfa. Más claro, de su hoja que tiene distintas y muchas formas. A diferencia de otros árboles y arbustos nativos de Córdoba, que tienen una hoja con una sola forma, el Moradillo, huyendo de la monotonía (debiera decir del monomorfismo, para hablar con más propiedad) quiso que sus hojas fueran de mil formas diferentes. ¡En cuántas dificultades me pusiste, cuando estaba aprendiendo a reconocer especies, Moradillo! A saberlo antes, no me hubiera costado tanto entender por qué cada uno que veía lo reputaba por un árbol diferente. Te ahorro el mal rato, y te advierto que, en el Moradillo, la hoja joven es inconfundible, porque tiene forma de campanita o escudito. A lo menos a mí se me antoja esta forma. Es tierna de ver, y su forma, sugestiva, convida mil comparaciones curiosas en quien la ve. A medida que envejece, la hoja sufre una metamorfosis, y se hace más alargada y oblonga, hasta alcanzar forma elíptica. Pero no para aquí la cosa, porque no sólo la forma cambia, sino el tamaño, el color y el grosor también. Cuando escasea el agua y está insolada, la hoja se vuelve más coriácea, oscura y menuda, en tanto que cuando abunda el agua y crece en un lugar donde se alterna sol y sombra, es más blanda, clara y grande. De modo que, dependiendo de las condiciones, la edad y otros tantos factores, la hoja desarrolla determinada forma, color, tamaño y grosor. A modo anecdotal, los Moradillos que tengo en casa, que se crían con mucho regalo, no se parecen en nada a los que encuentro en la sierra, que son más adustos y bravíos.




El Follaje

El follaje es caduco, si el invierno se pasa de recio. De lo contrario, suele ser persistente. El tronco, raras veces derecho, y las ramas abundantes, siempre se hallan completamente cubiertos de líquenes, lo que presta una languidez cenicienta a su figura. El ramaje es abundante, espinoso, torcido, quebradizo, intrincado. Las ramitas menores se disponen alterna y horizontalmente, en un perfecto ángulo de 90 grados, terminando todas con una aguda espina por punta, lo mismo que el Piquillín.
Rindo mi respeto y admiración a este, en apariencia, nimio arbusto. Pero no me dejo engañar por su tamaño modesto y porte sencillo. Y tanto más lo admiro cuanto pequeño es su cotiledón. Me cuesta explicarme cómo, de semejante fragilidad, así tan diminuta y vulnerable, pueda, arrostrando todas las dificultades, crecer hasta convertirse en un magnífico ejemplar, como esos que veo en mis salidas serranas. Hormigas, cuises (aman los brotes tiernos), incendios, pastoreo, sequías, heladas, langostas, orugas, granizo, hongos, aun la competencia de otros árboles ya adultos por luz, agua y suelo, son sólo algunas de las adversidades que debe vencer para sobrevivir. Con todo, lo logra.
Sin embargo, hay un enemigo que lo tiene suplicando por su vida. Y es que hoy, lamentablemente, está proscripto y en franca y alarmante retirada, porque no se ajusta a los modelos mentales de belleza y progreso que trae consigo quien adquiere un terreno en las sierras, por lo que lo primero que hace es arrasarlo y reemplazarlo por otros árboles advenedizos, como pinos, paraísos, siempre verdes y olmos...


La Flor, El Fruto y La Semilla

Florece en primavera. Las flores, pequeñas, blanquecinas y provistas de breves pedúnculos, se agrupan en numerosos racimos axilares.
El fruto es una pequeña drupa, de 5 mm. de diámetro, con forma de esfera, de color morado, de donde, como dijimos arriba, toma su nombre cariñosamente nuestro arbusto. Es pobre de pulpa, de modo que, ya cogido, con frotar un poco los dedos, se desprende luego el epicarpio y queda limpio el carozo. En los dedos queda impregnada una agradable fragancia, que me gusta aspirar bien hondo. Me trae no sé qué nostalgia de sierras y niñez.
La semilla, pequeña, de unos 4 mm. de diámetro, germina con facilidad, sin necesidad de escarificarla. Basta 2 días en remojo y luego a tierra húmeda, para que a poco comiencen a emerger los primeros cotiledones, que son en extremo pequeños, apenas 4 mm. de longitud cada uno. El fruto madura en verano. A partir de Enero ya se puede cosechar.

                                     

                                  
 

Plantas nativas o autóctonas...


PLANTAS NATIVAS O AUTÓCTONAS
¿Cuales son?
ü  Son las que tienen origen en el territorio que habitan.
ü  Todas tienen un territorio en el que son autóctonas.
ü  Una especie puede ser nativa de un sitio y exótica en otro, pudiendo crecer perfectamente en ambos.
ü  Representan la belleza propia de los territorios donde crecen espontáneamente.
ü  Son aquellas que crecen en el área biogeográfica de donde son originarias.

Características
ü  Durante miles de años fueron adaptándose a las condiciones químicas del suelo de una determinada región geográfica (acides, alcalinidad, salobridad)
ü  Se adaptaron a las condiciones físicas, (temperaturas, vientos y regímenes de lluvia) de la misma región
ü  Nativas, autóctonas o indígenas son plantas propias de la zona de origen independientemente de limites políticos (país o provincia)
ü  Algunas de estas plantas nativas se hallan exclusivamente en una región por lo cual si desaparecen en esta desaparecen en todo el mundo.

Ventajas para el ecosistema
ü  Permiten ahorrar agua en el riego, están mejor adaptadas al clima y suelo local.
ü  Un ambiente silvestre similar al originario, permite que el sistema se autorregule y no existan plagas.
ü  Interactúan con el medio y las demás especies de fauna y flora de la región.
ü  Plantas polinizadas por aves o insectos, otras por animales y el viento.

Problemas con las Plantas Exóticas
ü  Las plantas exóticas no tienen gran interacción con la fauna local, pocas aves e insectos las visitan porque no se alimentan de ellas.
ü  Las plantas exóticas no tienen los controladores naturales de sus zonas de origen (como parásitos y depredadores) pueden transformarse en una plaga y amenazar a la flora local.

Quienes somos

¿Qué es Nativas = Vida?

Este blog surge de un Proyecto Interdisciplinario en la búsqueda de conocer e incentivar la “Conciencia Ambiental” entre el Profesorado de E...